Los entusiastas de Marshall Spinal Tap se preparan para subir el volumen al once.
En 1984, Marshall irrumpió en Hollywood con el documental de culto sobre rock "This Is Spinal Tap". La película, una sátira desternillante de la industria musical, examina el ascenso y la desaparición de "una de las bandas más estridentes de Inglaterra" en virtud de su propia torpeza, desgracia y megalomanía.
El grupo en cuestión se llamaban"Spinal Tap", un trío ficticio de heavy metal formado por David St. Hubbins (Michael McKean), Nigel Tufnel (Christopher Guest) y Derek Smalls (Harry Shearer). La película caló hondo entre la crítica, el público y los artistas de rock, y muchos creyeron erróneamente que se trataba de una parodia de la realidad.
"Estos van a once". Nigel Tufnel
El gag más famoso gira en torno a Tufnel cuando presume de las características de su amplificador Marshall personalizado, ofreciendo una frase hecha tan citada que entró en el Shorter Oxford English Dictionary en 2002. "Estos van a once", dice Tufnel al director con orgullo, señalando las perillas de control de volumen numerados de su pila Marshall. Es una unidad entera más fuerte que un amplificador de guitarra normal, afirma.
Spinal Tap subiendo el volumen a 11. La guitarra Marshall Amp de Nigel Tufnel.
En una entrevista de 2012, Shearer dijo que la broma era un testimonio de cómo el "poderoso Marshall" se había convertido en una "pieza icónica del equipo" para todos los fans del rock en 1984. El gran atractivo de la película también demostró que Marshall era algo más que la elección de un entendido. También era una entidad cultural reconocida en todo el mundo.
Por ello, un año después del estreno de la película, Jim Marshall fue invitado a añadir las huellas de sus manos al Paseo de la Fama del Rock de Hollywood. Hoy se encuentran allí, junto a las de otros pioneros como Robert Moog, Les Paul y Stevie Wonder.
Jim Marshall coloca las huellas de sus manos en el Paseo de la Fama del Rock de Hollywood.
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