Dentro de la fábrica
De la materia prima al rugido legendario
Desde hace más de 60 años, Marshall ha dado forma al sonido del rock ’n’ roll. Todo comenzó en 1962, cuando Jim y Terry Marshall construyeron su primer amplificador en Hanwell, Londres. A medida que la demanda se disparó, nos mudamos a Bletchley a finales de los 60, donde nuestra fábrica sigue en pie hasta hoy. Nunca hemos dejado de superar límites, creando un sonido legendario con un diseño icónico. Y esto no ha hecho más que empezar.
Empleados de Marshall en el exterior de la fábrica de Bletchley en los años 80
Investigación y desarrollo
Desde los circuitos internos hasta los altavoces perfectos, todos nuestros amplificadores se diseñan desde cero aquí mismo, en Bletchley. Una vez que el prototipo se somete a pruebas exhaustivas para garantizar que tanto el sonido como el aspecto y la calidad son los mejores posibles, se le da luz verde para pasar a la fase de producción. Todo nuestro personal recibe formación interna para trabajar al más alto nivel.
Woodmill
Una vez que el equipo de investigación y desarrollo aprueba el diseño del amplificador, los planos se envían al Woodmill para crear la estructura de madera. Esto incluye la carcasa exterior y, si aplica, los bafles. Toda la madera se corta y ajusta a medida, se ensambla y se lija, dejándola lista para pasar al área de revestimiento.
Woodmill en los años 60
Woodmill actual
Ingeniería
Cada chasis de amplificador debe alojar con seguridad una serie de componentes electrónicos y válvulas. El departamento de ingeniería estampa, corta y dobla chapas metálicas para ajustar perfectamente cada componente interno. El chasis terminado se refuerza para ofrecer máxima resistencia, listo para todo lo que un músico incansable le exija.
Electrónica de los 80
Electrónica
Algunos amplificadores llevan placas de circuito impreso que se ensamblan automáticamente con hasta 6 componentes por segundo. Otros amplificadores se cablean cuidadosamente a mano, utilizando los mismos métodos de construcción que se empleaban en 1962. Las placas se colocan en el chasis, se cablean y se prueban. En este punto también se añaden a mano los paneles, interruptores, transformadores y bases de válvulas.
Electrónica moderna
Revestimiento
La carcasa de madera lijada se coloca en un carrusel antes de ser rociada con pintura y pegamento. A partir de ahí, el revestimiento se corta a medida, se rocía con pegamento y se envuelve con precisión alrededor de la unidad. Ya sea con el clásico acabado elephant grain o el atemporal levant, es en esta etapa del revestimiento donde el producto empieza a reconocerse como uno de nuestros amplificadores icónicos.
Revestimiento en los años 60
Montaje / Acabado
Este es el punto en el que el amplificador toma forma y se ensambla como producto final. El chasis, los altavoces y la electrónica interna se fijan con precisión a la unidad. El bafle se cubre con la tela frontal y se añaden las esquinas, las asas y otros detalles de acabado.
Pruebas
Cada componente se prueba repetidamente durante el proceso de fabricación, pero una vez ensamblado, el amplificador terminado se somete a una revisión exhaustiva. Desde su paso por una máquina de pruebas especialmente diseñada hasta que nuestro experto probador conecta una guitarra, se comprueba cada detalle de cada unidad para garantizar que cumple con nuestras especificaciones originales. Nuestra fiabilidad y calidad de construcción son claves para que nuestros amplificadores resistan el paso del tiempo.
Pruebas en los años 70
Pruebas modernas
Embalaje / Almacén
Una vez listo, el amplificador terminado y sus accesorios se embalan con cuidado. Luego, la caja se prepara para ser enviada a tiendas de música de todo el mundo, lista para llegar a todos los guitarristas de la familia Marshall.
¡Y así es como se fabrican nuestros amplificadores!
Nuestra fábrica en Bletchley es el lugar donde comienza y termina el viaje de nuestros amplificadores cableados a mano, desde las ideas hasta los amplificadores que hacen historia. Bletchley también sirvió de modelo para nuestra fábrica en Vietnam, que es una réplica exacta. Contar con estas dos fábricas nos permite crear productos en distintas partes del mundo, todos con el mismo nivel de calidad que nos define desde los 60.