Hippies y manifestantes contra la guerra protestan.
Mientras las tropas estadounidenses seguían desembarcando en Vietnam, la frase "haz el amor, no la guerra" resonaba en las protestas antibelicistas de todo Estados Unidos. Era el "Verano del Amor" de 1967, una época en la que las clases medias de ambos lados del Atlántico se movilizaban para promover el amor libre, el flower power y el fin de la violencia y del servicio militar obligatorio.
Con sus coloridas ropas y su pasión por la paz, los "hippies" trastocaron activamente los valores impuestos por los gobiernos tras la Segunda Guerra Mundial. En Estados Unidos, el consumismo masivo, las casas modelo y la familia nuclear se anunciaban como el camino hacia la realización del sueño americano, mientras que en el Reino Unido la austeridad de posguerra había dado paso a la prosperidad. Pero los hippies antimaterialistas rechazaban la conformidad con la ética del trabajo y los valores de la generación de sus padres.
Visitors dancing at a music festival.
En su lugar, se inclinaban por ideas de apertura y tolerancia, y por una existencia con sentido más allá de las tradiciones occidentales establecidas.
La música era fundamental para los valores hippies, y su creciente presencia en actos públicos no hacía sino amplificar la visibilidad de la comunidad. En Londres, Portobello Road y Carnaby Street se llenaron de compradores con caftanes y blusas de flores, y Pink Floyd llevó sus caleidoscópicos espectáculos de luces de lámparas de aceite a Roundhouse. En Estados Unidos, el barrio de Haight-Ashbury, en San Francisco, se convirtió en epicentro del rock psicodélico y la música folk, y más de 100.000 hippies con pantalones de campana y cadenas acudieron al barrio en el verano de 1967.
Para muchos de ellos, la principal atracción fue el cercano Festival Internacional de Pop de Monterey, uno de los primeros festivales de rock de su género. El evento contó con muchos artistas de Haight-Ashbury en el cartel, junto a The Who y Jimi Hendrix, el guitarrista culminó su primera actuación prendiendo fuego a su propia guitarra delante de su stack de Marshall. Este momento ayudaría a establecer la mitología del festival de música en la conciencia pública a partir de entonces.
Jimi Hendrix actúa en el Festival de la Isla de Wight.
Siguieron eventos similares como Woodstock, el Festival de la Isla Blanca y el Festival de Glastonbury (que debutó al día siguiente del fallecimiento de Hendrix, el 18 de septiembre de 1970), en los que la música salía de los recintos abarrotados y se trasladaba a campos y recintos feriales. Los hippies acudieron en masa y exigieron una amplificación aún mayor para abastecer a sus enormes multitudes.
La subcultura hippie superviviente sigue peregrinando año tras año al Stone Circle de Glastonbury (y a los cercanos Glastonbury Tor y Stonehenge). Marshall, por su parte, ha seguido siendo un fiel colaborador del festival durante más de medio siglo desde su creación.
Póster de Woodstock y portada del número 5 de la revista Oz, 'Plant a Flower Child'.
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