Durante la gira de su álbum "Cross", nominado a los Grammy en 2007, en un momento en el que artistas electrónicos franceses como Daft Punk estaban en todas las radios, el dúo de DJs Justice aparecía flanqueado por una pared de amplificadores Marshall que recordaba a la teatralidad de Kiss y AC/DC. Sus canciones, llenas de sintetizadores, estaban muy lejos de las bandas de rock con las que Marshall había estado asociado anteriormente, pero Justice sabía que para que los DJ se ganaran al público amante de las guitarras en Coachella, Reading y Leeds, y Rock en Seine, Marshall serviría de puente.

En el mundo del hip hop, Jay-Z también recurrió a Marshall para mejorar sus actuaciones en directo. El monstruo de Brooklyn había hecho historia como primer rapero en encabezar el Pyramid Stage de Glastonbury en 2008, a pesar de las protestas de Noel Gallagher. En aquel festival, Jay-Z estuvo respaldado por una atronadora banda en directo capaz de transmitir el mensaje: un artista con un micrófono puede causar el mismo impacto que un rockero con un hacha.

Las siguientes giras y apariciones en festivales de Jay-Z, como el Rock Am Ring, el Festival de la Isla de Wight y Coachella, se maximizaron con un arsenal de equipos Marshall (incluidos los mismos modelos que se utilizaron para grabar el gran éxito de Oasis "Wonderwall" en 1995). Además, un rascacielos de pilas Marshall formaba parte del telón de fondo digital del espectáculo. Pensábamos que iba a subir hasta 10", dijo Jay-Z al presentar "99 Problems" en Coachella en 2010. "Pero esta noche... vamos a subirlo todo a 99".

Desde entonces, el hip hop se ha convertido en uno de los pilares del circuito de festivales (más recientemente, con Kendrick Lamar como cabeza de cartel de Glastonbury en 2022).